Peca...

Mmm... así que quieres pecar... ¿y cómo lo harás? ¿de palabra... de pensamiento... o de obra?

Hazme caso: no hay nada como la obra... el acto del pecado... dibujándolo poco a poco... esbozando primero sus líneas maestras... perfilando después sus detalles...

Sí... ven, come la manzana y peca...

Pero no es fácil, porque tendrás que aproximarte, como en la guerra... como en el amor. Tendrás que pringarte... salpicarte... mojarte hasta las trancas... porque hay que arrimarse hasta tocarle, hasta sentir su olor... su piel, el calor de su cuerpo... Recuerda que el pecado de obra exige cuerpo... cuerpo de delito... cuerpo de pecado...

Peca...

Peca al sentir su mirada de fuego... incendiaria... incinerante... Una mirada que acelera tu pulso... que agita tu respiración... que turba tus entrañas... haciendo manar el deseo líquido entre tus piernas...

Peca y da rienda suelta a la fantasía... al poder del morbo... Claudica en la defensa... sométete... ríndete.... entrégate... conviérte en súbdita de su lengua lasciva... deja que recorra tu cuerpo... que sus manos lujuriosas aprisionen tus pechos... que su sexo desbocado profane tu flor...
Peca y disfruta... convierte a la tentación en pasado... y al placer en presente... y deja para el futuro el arrepentimiento...

Peca con creatividad... con imaginación... convirtiendo al pecado en original... Domina su tempo... su intensidad... su profundidad... Envuélvelo con tus labios... humedécelo... muérdelo como si fuese la fruta más prohibida...

Acaricialo con tus manos... moldeándolo... dándole forma... mientras tu pierdes las formas al dejar las falsas apariencias a los pies de la cama...

Eres su dueña y señora.... pide... ordena: él debe complacerte... debe satisfacer tus deseos... tus delirios...

Peca a escondidas... furtivamente... sin que se den cuenta... sin que se note nada... porque aunque ahora lo es todo... mañana no habrá nada...

Peca y vuelve a casa disimulando... mintiendo sobre el origen del brillo de tu mirada... de la luz de tu sonrisa... del rubor en tus mejillas...

Peca y vuelve con su olor grabado en tu piel... con su sabor en tus labios amoratados.... con su esencia incandescente descendiendo por tu sexo, aún palpitante, empapando tus íntimos secretos...

Peca y contémplate en el espejo... buscando alguna prueba... algún cabo suelto que te implique... que te delate...

Peca y vuelve buscando una excusa... una coartada creíble....

Sí... peca... y si quieres, después, arrepiéntete... incluso con propósito de enmienda.... negándote a volver a caer en la tentación... encontrando sentido a tu rutina... conformándote con tu vida perfecta de papeles secundarios... resignándote a sentir en blanco y negro...

Peca... peca... te estaré esperando.