Consigues que el Sol brille más al otro lado...
Y que la fruta más sabrosa crezca en lo más alto...
Y que el beso sea más dulce cuando viene de otros labios...
Y que el único placer que satisface siempre sea pecado...
Y que la fruta más sabrosa crezca en lo más alto...
Y que el beso sea más dulce cuando viene de otros labios...
Y que el único placer que satisface siempre sea pecado...
Ahora sé por qué dicen que eres cochina, flaca y amarilla...
...maldita endivia.
(y jodida dislexia)
Jajjajajjajajajjajajjaa.
ResponderEliminarMola!!!
Besitos.
Una verdad como un Templo
ResponderEliminarcon lo que me gustan a mi esas verduritas algo amargas...!
ResponderEliminarmuy buena fotografía: captar la mirada de la Loren al escote de M. no tiene precio! (aunque yo no creo que una belleza sea inferior a la otra, sólo diferentes)
me gustó mucho este post humorístico y original.
jajaja, tú crees que la mira por envidia o porque piensa que como simplemente respire se le va a salir ese pezoncillo que ya asoma curioso por encima del escote?
ResponderEliminarUn beso
La envidia y el odio hacen más mal al que los padece, que a la que lleva el escote a su libre albedrío y vive como dios (o los extraterrestres) le dan a entender.
ResponderEliminarBuenísima foto, no por conocida cada vez más agradable de ver, buen texto...y me estoy convirtiendo en la comentarista estandar y cansina.
Pero es que cada vez que entro por tu casa me gusta más la combinación de colores, estética y contenido de este blog.
jajaja
ResponderEliminarentonces somos más simple de lo que pensamos... o es esa maldita dislexia, que nos confunde e impide leer bien los mensajes de los demás.
pero una imagen vale más que mil palabras.
un abrazo
:)
Blogboreta, es lo que tiene la endivia: que mola mazo, jaja.
ResponderEliminarAquello no era yo, gracias por tu comentario. Por cierto, ¿y quién, o qué, era aquello?
ResponderEliminarzeltia, gracias por tus amables palabras. Por cierto, que conste que me encantan las endivias... sobre todo con queso roquefort y nueces.
ResponderEliminarEn cuanto a la fotografía, se tomó durante una cena en honor a Sofía Loren, a la que inesperadamentese apuntó Jayne Mansfield... que a tenor de las imágenes, estaba arrebatadora...
♥ Ana ♥, creo que, en realidad, ese pezón despuntaba más de la cuenta... Y una imagen vale más que mil palabras...
ResponderEliminarBeso.
Fiebre, muchas gracias por tus palabras, que para nada son cansancio.
ResponderEliminarComo dices, la envidia y el odio son los síntomas más evidentes de la inferioridad. De todas formas, la fotografía para nada refleja inferioridad, sino la sorpresa, y quién sabe si el bochorno, por encontrarse a alguien inesperado buscando notoriedad gratuitamente, jaja.
Esilleviana, aunque nos cueste aceptarlo, quizás todos seamos más simples de lo que creemos. Por eso, y aunque suena a topicazo, prefiero la belleza de lo simple.
ResponderEliminarAh, se me olvidaba: otra imagen que vale mil palabras... o diez mil.
¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!
ResponderEliminar(Miguel de Cervantes)
Con ese escotazo tan sugestivo ¿quién no miraría...? Jajaja
Por cierto, unas endivias con vinagreta y tiras de salmón, umm, Buenísimas…
Un beso desde mis Amanteceres.
Caray con la imagen, no deja nada a la imaginación. Con lo que me gusta a mí imaginar...
ResponderEliminarNo se si mira el pezón o el tamaño del pecho...envidia ¿sana?
ResponderEliminarUn beso.
Aquello fue un ser que quemo un sabado bien quemado y qu el domingo nego haber hecho todo lo que decian de el.
ResponderEliminarOtra interpretacion es que hasta la buena de sophia no puede evitar desviar la mirada ante tanta belleza. Yo la entiendo perfectamente, porque a mi tambien me ocurre.
La buena de sophia...
Corrosiva es para quien la padece sin duda, la cara de acelga que tiene es tremenda jajajaja, muy bueno.
ResponderEliminarBssss
jajajaja , me encanta como lo planteas...
ResponderEliminarLa dilexia también se corrige, como la envidia ;)
Muchisimos besos para ti
Su mirada dice mas mil palabras, no puede evitarla.
ResponderEliminarLa envidia aunque sea "sana", a veces no se puede remediar.
Besos.
Lunna.
Amanteceres, soy muy previsible y yo miraría... sin disimulo ni vergüenza, ya que la belleza de un escote sugerente es digna de ser admirada.
ResponderEliminarY envidio tus endivias... ya que no en vano soy muy endivioso, jaja.
Beso.
♥ Ana ♥, pues esa foto me parece aún muy sugerente... Mucho más que la de las tetas de Sabrina Salerno agitándose al ritmo del Boys, Boys, Boys...
ResponderEliminarPor cierto, ¿qué habrá sido de esa chica?
Wersi, yo creo que mira el pezón... Es que es lo primero que buscamos en esta vida... (nacemos y nos convertimos en unos auténticos mamones, jaja).
ResponderEliminarAquello no era yo, creo que la buena de Sophia se tomó muy a pecho que la buena de Jayne apareciera en el ágape a pecho descubierto... En cualquier caso, estoy seguro de que los comensales disfrutaron de tan despampanante espectáculo...
ResponderEliminarMadreselva, ¿qué cara se te pondría a ti si, en una cena en tu honor, apareciese repentinamente Yola Berrocal con sus célebres pezones bien a la vista? Pues claro, cara de acelga... y de endivia, jaja.
ResponderEliminarAmie, celebro que te gusten mis planteamientos... En especial estoy muy orgulloso del Plan B (que es el que más suelo emplear) y, sobre todo, de mi perverso Plan Z...
ResponderEliminarGracias haberte pasado por aquí y por tus deseos de que me corrija...
Beso.
Lunna, en su peor formato, la envidia no deja de ser una expresión de inferioridad... Aunque, también puede ser benigna, cuando refleja una admiración por algún atributo o cualidad...
ResponderEliminarDe todas formas, prefiero la endivia... ;-)
Beso Lunnatico...
Sabrina? Italiana y con esos pechos, obviamente ministra del interior.
ResponderEliminarEso sí que me da envidia, los pechos no, lo de ministra, para mandar y poner a todos ¡firmes!
♥ Ana ♥, para ponernos bien firmes, no hay nada mejor que una primera ministra en ropa interior, jaja...
ResponderEliminarY vaya que si nos ponia firmes! Yo me acuerdo de quedar con mis amigos para ver TOCATA cuando salia... Que gran ministra.
ResponderEliminarMmm... ya veo que somos un poco ochenteros...
ResponderEliminarOtra italiana que destacó en los 80, desde luego que con mucho menos encanto que la Loren, fue la Honorable Cicciolina...
De esos polvos, vienen los lodos en los que está enfangada Italia....
Cuando sea ministra posaré en el interviú, sólo espero tener mejor aspecto que la señora Merkel. De momento nada de ropa interior lila. Encaje negro, si no nadie se pone firme...
ResponderEliminarHay que ver lo que dan de sí dos tetas.
♥ Ana ♥, podrías imitar a Alaska imitando a Belén Esteban...
ResponderEliminarPasé por aqui de nuevo y de nuevo me voy encantada. Un beso.
ResponderEliminarGracias, Elsa, por volver a pasarte por aquí.
ResponderEliminarMe alegra saber que las buenas sensaciones perduran...
Un beso.
positivo... negativo... al final se puede considerar positivo? siempre queda algo con lo que aprender.
ResponderEliminarun abrazo
:)
sin duda, los pechos de Marilym son bonitos... y eso que soy jaja
ResponderEliminar:))
Esilleviana, me dejas intrigado: dices "y eso que soy"... y cierras la frase con una carcajada. Pues sí: eres... Pero no pasa ná... no pasa ná... pero que sepas que ser, eres (y no me refiero a los expedientes reguladores de empleo), jaja
ResponderEliminarPara los que nacimos con el gen que nos hace atractivo lo curvilíneo, el trazado sinuoso de un pecho hermoso es irresistible; seamos... o no seamos, jaja.
Está genial, jajajaja. Me gustaaaaa!!.
ResponderEliminarBesos y susurros dulces
Gracias Yemaya, por tus dulces palabras... y susurros, que me gustan ;-)
ResponderEliminarusted se define como zahorí, descubriendo lo que está oculto incluso debajo de la tierra... uff, impone. jaja
ResponderEliminar:)
Siento una gran admiración por zahoríes y alfareros... Ambos trabajan con agua y tierra... materias básicas de las que estamos hechos tú... y yo... y el otro... y la de más allá.
EliminarY es que polvo somos... y en polvo nos convertiremos... o al menos eso decían antes en los Miércoles de Ceniza...
he visto un post apremiante en mi reader, pero llego para escribirte que las prisas no son buenas :-)
ResponderEliminary no está!!!!
zeltia, estoy aún madurando la nueva entrada...
ResponderEliminarDe todas formas, ya falta poco: tengo contracciones cada 2 minutos, jaja.
Discrepo, no veo envidia en la Loren, más bien curiosidad, y es que la cosa (las cosas) llaman la atención ¿no?
ResponderEliminarSegún mi criterio, el peor de todos los pecados capitales, es la envidia, porque sufre el envidiado, sufre el envidiador. Que no me castiguen los cielos con elevadas dosis de envidia!
La verdad es que cuando vi la fotografía, se la envié a una amiga para que me dijese qué le sugería... y casualmente me comentó que lo que percibía era "curiosidad"... y no envidia, ni ninguna otra sensación negativa.
EliminarDe todas formas, aunque la mirada de Loren no revele envidia, sino enojo por el oportunismo de Mansfield, la instantánea me encanta...
Así que, Susana, acepto que esa mirada refleja curiosidad... por saber la marca de sujetador que no lleva Mansfield...
cada una en su papel, las mejores, sólo falta convencer al que mira de lado a lado
ResponderEliminarParecía casi imposible ensalzar a la envidia y con cuatro frases y gran brillantez lo consigues.
ResponderEliminar+
Enhorabuena
Un saludo !!
Gracias, Shang Yue por tu comentario. No sé si son las mejores... pero sin duda, podría pasar horas mirándolas... devotamente... como a un Libro de Horas...
ResponderEliminarClip eres muy amable... Como bien dices, hay que ensalzar a la envidia...y a la endivia.
ResponderEliminarMás que envidia, yo en esta foto, veo burla,-Mira la tonta esta, se le ve el pezón-.
ResponderEliminarAlma, lo habitual en fiestas de escotazos y tacones es que en un descuido asomen los... pezones.
ResponderEliminarSiento la rima malsonante... (es viernes noche...)
Gracias por devolverme la visita dejándome un bello comentario.
ResponderEliminarQue el pecado siempre sepa a placer de besos endulzados hasta la saciedad.
Un beso.