Recuerdos en un 3 del 3 del 12 (3)...
Aquella tarde del tres de marzo de dos mil tres hacía un calor inusual. Recuerdo que había aparcado el coche muy lejos, más o menos donde Cristo dio las tres voces. Me dirigía apresuradamente, casi al trote, al domicilio de Trini, un bonito triplex en la calle Tres Olivos, número 3, portal 3, 3º C de la madrileña villa de Tres Cantos. Como siempre, llegaba tarde... al igual que el Conejo Blanco. Acalorado y transpirando en exceso, llegué al portal tras algún que otro tropiezo y traspiés... Miré la hora: por increíble que parezca eran las tres y tres minutos.
El ascensor me dejó en el umbral de su puerta. Pulsé el timbre... Al poco apareció Trini...
Me recibió con una estampa chocante: semidesnuda, cubierta con un quimono abierto por delante; de cintura para abajo, unos cortísimos shorts; de cintura para arriba, sus siempre sensibles y duros pezones sobresaliendo bajo la tenue seda del quimono... En una mano, su tradicional copa de Margarita, muy cargada de Triple Seco; en la otra un pincel aún empapado en trementina...
Cuando me vio, sonrió... Me miró de arriba a abajo... y con gesto de aprobación, me saludó:
- Très bien, mon ami Manolo. Pasa, pasa... llegas en el mejor momento... cuando estoy a un tris de terminar mi último tríptico.
Avancé, intenté abrazarla, pero me persuadió:
- Quita, quita... que puedo mancharte...
Desistí y me limité a besarla, excediéndome, en los labios... Sabía y olía a alcohol, tabaco y, por su mirada vidriosa, intuyo que también a otras plantas...
Volvió a mirarme... fijamente. Presentí que estaba tramando alguna triquiñuela....
Entré. Atravesé el pasillo y llegué hasta su estudio... Sobre el tresillo, recostado aunque ligeramente incorporado, posaba uno de esos efebos musculosos, mitad marine, mitad modelo de Gaultier, que tanto le gustaba pintar. Piel canela, tripa adoquinada sin trazas de grasa ni triglicéridos y tríceps tatuado con símbolos tribales... Miraba hacia el lienzo haciéndose el interesante, exhibiendo triunfante, con una mezcla de insolencia y provocación, una incipiente erección en la tercera pata del trípode...
Trini nos presentó:
- Manolo, este es Travis Trentmöller.
¿Travis? Vaya trauma tendrá con el nombrecito... pensé para mis adentros.
Extendí mi mano para saludarle al recio, rancio y viril estilo castellano... tratando de triturarle la mano para demostrar que yo era el macho alfa... Pero se ve que en el trópico se estila más el tribal "high five"... por lo que se fue al traste mi treta.
Trini detectó la tensión en el ambiente y trató de tranquilizarnos proporcionando información intranscendente.
- Travis tiene treinta y tres años. Su padre es de Trier y su madre de Trinidad Tobago.
Y tendrá tres tristes tigres, volví a pensar para mis adentros.
Tras las presentaciones e introducciones, Trini trincó la paleta y se aproximó al lienzo para darle los últimos retoques...
Ella era extraordinariamente realista en todos los detalles... Formada en el movimiento transvarguardista, se unió a otros intelectuales para crear el grupo atrio que trataba de abrir una tercera vía entre lo transgresor y lo contracultural. Vamos... cosas de artistas...
Cuando terminó su trabajo, me miró... buscando más aprobación que opinión. Salvo por que había exagerado atrozmente el grosor y longitud de la trompa, o troncha, del tronko tropical, el cuadro era muy bueno... tremendamente bueno...
Exultante y triunfal, avanzó hacia mi mientras enroscaba su trenza alrededor de su dedo índice. Acercó sus labios a mi oído, y con un atrevimiento nunca visto, me preguntó:
- ¿Hacemos un trío?
Evidentemente, esta vez se había pasado tres pueblos...
TRemendo!!! ;)
ResponderEliminarMuas!!
Por tratarse de ti, Blogboreta, tres veces gracias...
ResponderEliminarPor tratarse de ti... tres veces besos :) :* :* :*
ResponderEliminarme sugiere un tridente trabalenguas de alto riesgo y triplemente disfrutado, un abrazo
ResponderEliminarjajajaja que bueno ! Me encantan estos cuentos que nos relatas Manolo...
ResponderEliminarEste en especial , el final era previsible ;)
Un beso triplicado :D
Gracias, tomasuncafe, por pasarte por aquí... Coincido contigo en que a veces el riesgo multiplica el placer...
ResponderEliminarAmie, celebro que hayas disfrutado con este cuento, escrito con el pretexto de entretener, distraer y hacer pasar un buen rato.
ResponderEliminarPor cierto, el final de esta historia está aún por escribir, jaja.
mmm me encanta la foto.
ResponderEliminarYo aceptaría sin dudarlo, y tú, qué vas a hacer?
Ana, pues no lo sé... lo mismo la melodía del deseo tocada a cuatro manos suena bien...
ResponderEliminartratándose de un texto intrínsecamente teatral, los trescientos tres que se entrometen tropezando cada dos por tres, no podía terminar más que con un triángulo: triunfará ese trío para la artista transvanguardista amante de los modelos de trompas transgresoras.
ResponderEliminarY el texto resulta muy entretenido (y asombroso)
:-)
Me ha encantado, Manolo.
ResponderEliminarMe parto cuando dices lo de los tres tristes tigres ( es difícil hasta de escribir).
High five? Un beso o three
Menuda tríada de trío.
ResponderEliminarM. no se negaría, algo así hay que probarlo al menos una vez en la vida...
o más jaja.
un abrazo triangular.
zeltia, no sé si el Travis ese de los coj... será capaz de manejar su trompa transgresora con la destreza apropiada... Pero, por si acaso, protegeré mi retaguardia, jaja.
ResponderEliminarEn serio, gracias por haberte pasado por este trasnochado blog.
Y recuerda...
Nuda, me alegra volver a verte por estas latitudes, y saber que te hacen gracia estos juegos trabalingüísticos...
ResponderEliminarNaturalmente, tres besos... y muy traviesos.
Esilleviana, como decían en El Padrino, una oferta así, no puede rechazarse...
ResponderEliminarOtro abrazo poliédrico y poligonal (pero nada poligonero)....
Siempre quedara la duda de lo que ocurrio. Espero que nos saques de duda.
ResponderEliminarMe ha gustado y me he divertido con tu historia.
Besos.
Lunna.
creo que al reciclar el papel de tus palabras y versos, todas/os los que te leemos imaginamos y fantaseamos con las mismas...
ResponderEliminarun abrazo
Es curioso releer después de un tiempo y descubrir que lo recuerdas exactamente igual.Es lo que le ocurre a las cosas buenas.
ResponderEliminarLunna, muchas gracias por haberte pasado por aquí y por tus amables palabras...
ResponderEliminarHay ocasiones en las que prevalece la necesidad de mantener una buena relación de amistad sobre la posibilidad de aliviar la tensión sexual con un polvo súbito.
Y quizás, esto fue justamente lo que sucedió después de escuchar la propuesta de placer trigonométrico...
Aunque quizás fue justamente lo contrario...
¿A ti qué te hubiese gustado más?
Esilleviana, mis palabras son del "Todo a 1 €": no son de gran utilidad, pero son fáciles de reciclar...
ResponderEliminarGracias por leerme y por tus bonitas e inmerecidas palabras...
Elsa, aunque todo está en continuo movimiento, siempre podemos detenernos un momento para mirar una estrella, o escuchar el mar, o compartir un ratito con las personas que más apreciamos...
ResponderEliminarY es que, como dices tú, las cosas buenas no cambian...
Obvio que a la chica le ponen los Triunviratos…
ResponderEliminarCuidado Manolo, no te hagan TRIzas… Jajaja.
Un beso desde mis Amanteceres.
Amamteceres, creo que Trini es una mujer generosa capaz de compartir su deseo con más de una persona... simultáneamente. Sin duda quién la pruebe, a solas o en compañía, disfrutará de lo lindo.
ResponderEliminarEn mi caso, soy un hombre consciente de sus limitaciones y carencias. Por ello, prefiero aprender los secretos de los dúos antes de experimentar con los tríos. Y aún tengo tanto que aprender...
Muy muy muy bueno.O mejor dicho, 3 veces bueno
ResponderEliminarEntré ayer por primera vez aquí, desde Chez Mmlle Susana, al ver un comentario tuyo.
Y me has sorprendido mucho.Imaginación, humor y morbo. Y ese trío apoenas iniciado (nadie duda que se iniciará de inmediato) ¿Nos regalarás su desarrollo? Esperamos tri-ansiosos.
Gracias por apuntarte a mi blog. Como habrás visto, soy nuevo en esto, y está apenas esbozado. Voy cogiendo ideas de por aquí y la verdad,deltuyo hay mucho que aprender.
Un abrazo.
Vlixes, lo primero, agradecer tu comentario.
ResponderEliminarComo toda trilogía, ésta ha de tener tres partes. Así que más pronto que tarde se publicarán la siguientes entregas de la saga tripúsculo.
Y para finalizar, quiero animarte con tu blog que seguro que nos resultará muy interesante...
¡Suerte!
sentir, el principio de toda existencia?
ResponderEliminargracias por tus palabras tan sensibles.
un abrazo
:)
para cuando otro post?
ResponderEliminar:-)
Muy bien redactado. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Me ha gustado esta historia, y tu blog que acabo de descubrir, me parece muy sensual.
ResponderEliminar