De todas formas, no pierdas tiempo... Desnúdala mientras muerdes su boca, procurando mantener la calma al desabotonar su blusa. No dejes de besarla...
Desliza tu mano por su espalda y libera sus pechos prisioneros. Ahí los tienes: hermosos y tiernos, como dos rosas primorosas... Acerca tus labios... sus pezones esperan ansiosos la húmeda caricia de tu lengua. Despacio... aún están demasiado sensibles... Ya habrá tiempo de morderlos.
Mujer práctica hasta el extremo, te partirá la camisa, como Camarón y palpará tu entrepierna para cerciorarse, de primera mano, de la dureza y firmeza de tu polla.
Sujeta sus manos sobre su cabeza. Presiona con tu pecho el suyo... para que sienta tu calor. Empuja tu pelvis hacia adelante, restriega tu cuerpo al suyo hasta dejarlo entre tu espada y la pared... Sigue besándola...
Arrodíllate... Haz que caiga a sus pies el velo de encaje negro con el que gusta cubrir su intimidad en las ocasiones especiales...
Enfunda su muslo sobre tu hombro y goza con la maravillosa visión de su sexo caliente, húmedo... y abierto como una flor. Regocíjate con su aroma; embriágate con el sabor de una miel que no se hizo para tus labios; deléitate con el manjar más exquisito y delicado que nunca has podido probar en tu -y evitaré el exabrupto- vida.
Merodea con tu lengua las inmediaciones de su clítoris. Lámelo rozándolo con la misma suavidad con la que el viento mece la mies. Estimúlalo, muévelo, agítalo, somételo a un vaivén desquiciante. Insiste hasta la/su extenuación. No te impacientes, ya que no tardará mucho en exigirte que la folles.
Ahora sí.... Obedece y discúlpala si ha mentado a tu madre al final de la orden.
Reclina su cuerpo sobre el sofá. Separa sus muslos con tus rodillas. Sujeta sus caderas. Envaina tu sexo en el suyo. Penétrala sin ornamentos ni florituras. Fóllala con ardor. Poséela: por fin es tuya... aunque solo será un momento, por que el tiempo ahora sí apremia.
Empuja... hasta el fondo. Percute, cincela, talla el placer en su sexo. Sigue, no te detengas. Sigue, sigue y sigue... Sigue hasta que dejes de oir sus jadeos, sus gemidos y las obscenidades que escupen sus labios. Por que en ese preciso momento percibirás una fragancia que no cabe en el aire... una fragancia que delata que ya está preparada para recibir tu fuego.
Vierte tu lava. Derrámate. Córrete. Disemina tu esencia en su vientre y llénala de gracia, amén.
Sí... sin duda, 15 minutos dan para mucho...
Lo bueno, si breve, dos veces bueno
Baltasar Gracián
Baltasar Gracián
La brevedad es el alma del ingenio
William Shakespeare
Hombre prevenido vale por dos.
ResponderEliminarEl texto magnifico, el final encantador.
Un beso y feliz año.
Gracias, Princesa, por haberte pasado por aquí.
ResponderEliminarSuele ser la experiencia, y casi nunca en cabeza ajena, la que te enseña a resolver ciertos problemas. Y yo soy persona que aborrece los problemas casi tanto como la falta de clase. Por eso trato de anticiparme evitándolos. Y esta medida preventiva, y extremadamente barata si se llama más tarde de las 18:00, estoy seguro de que me evitará tener que tratar con certezas difíciles de digerir.
Por cierto, saliste muy guapa en la tele...
está muy bien el texto,
ResponderEliminarmuy caliente pero de buen gusto.
pero lo mejor, el sentido del humor.
que no falte!!!
besos, desde el frío. (más de estos textos y ya se me pasaría!)
Desde luego, cuántas emisiones de CO2 se ahorrarían si cada noche, y cada día, empleásemos la renovable energía del deseo para darnos calorcito, jaja.
ResponderEliminarGracias, zeltia, por tus palabras.
Un abrazo... muy calentito para ti.
:))
ResponderEliminarcoincido con Princesa: él me resultó un hombre muy cauteloso y precavido jaja.
también me gustó tu relato.
qué le vamos a hacer!!
tod@s tenemos un lado oscuro, que nos gusta leer sobre sexo :)
feliz año 2012
un
Esilleviana, me alegra que te haya gustado esta reflexión sobre la conveniencia de evitar ciertos "problemas", jaja.
ResponderEliminarLo que me tienes que explicar es por qué crees que estas "historias", con un cierto sabor erótico festivo, te parecen del lado "oscuro"...
Que tengas un 2012 lleno de buenos deseos...
El final es muy bueno y algo que deberiamos practicar todos...digo yo, ¿que trabajo cuesta avisar? nada y todos contentos ;)
ResponderEliminarTe deseo un feliz año nuevo cargado de muchas ilusiones.
Un beso
También te deseo un buen año, Madreselva.
ResponderEliminarEs verdad, avisar no cuesta nada... y además se hace feliz a mucha gente. Por que como decía en una entrada previa, la ignorancia nos hace más felices.
Beso.
Deseo que, el 2012 sea para ti, una fuente inagotable de buenos deseos...
ResponderEliminar¡FELIZ AÑO!
Un Besazo desde mis Amanteceres.
Feliz año también para ti, Amanteceres. Y también mis mejores deseos...
ResponderEliminarel lado oscuro sería el equivalente a la parte menos pública y abierta de uno mismo, lo que velamos y solapamos de nuestros deseos... podría ser algo así:))
ResponderEliminarEsilleviana, paradójicamente a veces se encuentra cierta luz en este lado oscuro y oculto. Verbalizar y exponer al público según que deseos íntimos puede ayudar a entenderlos y aun a intensificarlos... y éste es un recurso del que hago uso esporádicamente en este blog.
ResponderEliminarojos que no ven, corazón que no siente
ResponderEliminarpero yo no sé si con sólo 15' todo quedaría resuelto
Ojos que no ven... o que ven, pero no miran. Solo hay que saber lo necesario, que siempre es menos de lo que queremos y mucho más de lo que nos dejan.
ResponderEliminarShang Yue, si se aprovecha bien el tiempo, 15 minutos son suficientes; incluso, si me apuras, con un cuarto de hora basta (la gracia no está muy conseguida, pero a estas horas ya no estoy muy ocurrente).
El texto es muy sugerente. Y tú muy ocurrente además de previsor. Dar 15 minutos de tiempo ha de ser para los dos bandos. Lo dais los hombres y lo damos las mujeres, Así todos disfrutan. Y cómo dicen por ahí "Mientras no tenga que hacer cola..."
ResponderEliminarFeliz año y un beso.
Se empieza dejando los quince minutos de cortesía, y se acaba por no acudir al trabajo...¡o por llegar antes con tal de espiar por la mirilla!
ResponderEliminar;)
Siempre un lujo tus textos.
Gracias, wersi, por tu comentario.
ResponderEliminarEn muchos ámbitos -laborales y sociales- existe lo que se viene en llamar "tiempo de cortesía". Por eso, esos 15 minutos pueden considerarse como una cortesía con los amantes para que concluyan de forma satisfactoria su pasión, deseo y lujuria...
Y evidentemente, cortesía tanto para las damas, como para los caballeros, como para los que nos saben... o no contestan.
Ratos, soy de los que piensa que el cornúpeta, sea conocedor o no de su astada condición, nunca debe interrumpir un buen momento...
ResponderEliminar:)
ResponderEliminargracias por el estupendo enlace.
La catedral de Justo, quien ha escrito que los sueños no se pueden cumplir?
http://www.dimedondeir.com/2009/10/catedral-de-justo-en-mejorada-del-campo/
(recordaba algo del anuncio que lo hizo famoso y más conocido).
un fuerte abrazo
te releo y cada vez me gusta más
ResponderEliminarcreo que sí, que tienes razón, con un cuarto de hora sobra y todo
Un texto increíble..
ResponderEliminarShang Yue, gracias por releerme. A mi me pasa lo mismo contigo: cuanto más te leo, más me gustas.
ResponderEliminarHimalia, gracias por haberte pasado por aquí y haber dejado tan amable comentario.
ResponderEliminarMe encanta este blog,esta genial.Un beso tríple y uno de 15 minutos,estos inclúyen lo dícho :)
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Anónimo visitante :-)
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