Dadle una máscara y os dirá la verdad.
Oscar Wilde
La máscara intensifica el brillo de las miradas...
la sensualidad de las facciones...
la provocación en los gestos...
La máscara nos protege...
escondiendo aquello que no queremos mostrar...
La máscara estimula la curiosidad...
y nos hace imaginar... desear... codiciar...
Espero que te guste la mía...
ésta que solo muestra al personaje...
un personaje obsesionado por lo frívolo, lo superficial, lo vacuo...
paciente y complaciente... y siempre dispuesto para el placer.
Así que sigamos bailando juntos tras nuestras máscaras...
apretemos nuestros cuerpos...
y demos libertad a nuestras manos...
a nuestros labios... a nuestros sexos...
... por que si nos las quitamos... nos tendremos que querer.
Touchée...
ResponderEliminarP.
Prefiero arriesgarme a tener que querer pero prefiero bailar sin máscara.
ResponderEliminarDespués de todo, descubrir lo que se esconde tras ella también tiene su misterio, su morbo y su encanto.
ah, pues yo entiendo perfectamente lo de la máscara.
ResponderEliminar[de hecho, en momentos íntimos, suelo llevar una frecuentemente, no me puedo permitir el lujo de querer]
Incluso sin máscara hay que procurar llevar una de repuesto... es demasiado arriesgado ser uno mismo cuando hablamos de placer.
ResponderEliminarP. escribes una palabra que vale por mil...
ResponderEliminarbelkis, las máscaras, como la ropa interior, deben caer en algún momento para desvelar el misterio de lo que esconden...
ResponderEliminarzeltia, coincido contigo en que no siempre podemos permitirnos el lujo de (o, simplemente, no queremos) querer... En este baile de máscaras lo importante no es saber quién se esconde tras la máscara... sino saber bailar.
ResponderEliminar♥ Ana ♥, a veces, hay que tomar alguna medida de precaución y protección, aunque siempre de forma que no impidan o dificulten el placer...
ResponderEliminarBuff como me ha encantado la entrada. Hay máscaras que son necesarias siempre para poder protegernos de verdad y sentir el deseo más a flor de piel.
ResponderEliminarBesos y susurros cálidos
Increíble entrada...
ResponderEliminarYemaya, muchas gracias por tus palabras... Las máscaras no solo protegen, sino que multiplican el deseo...
ResponderEliminarAriadna, muchas gracias por leerme... pero no es para tanto. Solo cuento, con mucha torpeza y tras esta máscara, lo que a veces siento...
ResponderEliminardónde lo pone eso?
ResponderEliminares que acaso las máscaras llevan instrucciones de (des)uso?
Dónde el sueño cumplido y dónde el loco amor que todos o que algunos siempre tras la serena máscara pedimos de rodillas.
ResponderEliminarIdea Vilariño
Baile de máscaras umm… La mezcla perfecta entre misterio y morbo...
¿Has probado con pañuelos...? También es muy excitante...
Un beso desde mis Amanteceres.
Me gusta la tuya, me gusta la mía. Puede que me gustes sin ella, o yo te de pavor con el rostro descubierto.
ResponderEliminarLo importante es hallar el placer, aunque a veces sea exponiéndose al dolor.
O sea, Carpe Diem. Programar, aun con máscara, acaba siendo tan tedioso como sin ella.
Preciosa foto...sugerente.
Shang Yue, no... no hay ningún manual de uso, o recomendación que indique qué hacer sin la máscara... Por ello, que cada uno decida lo que quiera... o desee... libremente... y de forma natural... ¡Libre albedrío!, jaja
ResponderEliminarAmanteceres, gracias por los versos que nos regalas.
ResponderEliminarMorbo, misterio, curiosidad... de vez en cuando hay que aliñar el deseo con sabores nuevos, diferentes... excitantes... sugerentes...
Ah, y tomo nota de tu sugerencia...
Beso.
Ratos, lo primero agradecer tu comentario y darte la bienvenida.
ResponderEliminarEn este juego o baile de máscaras, la experiencia, y casi siempre la mala, te enseña a distinguir cuando la máscara protege a lo bueno, y cuando oculta, engañando, a lo malo...
Cuando uno se plantea esas dudas tan razonables (¿me gustará? ¿le gustaré?) es por que ya ha detectado signos, aunque sean muy leves, de que detrás hay algo especial... atractivo. En esa circunstancia, lo mejor es usar la comunicación, la buena comunicación... y preguntar, indagar, conocer... y, lo más importante, actuar, por que no podemos esperar a saberlo todo...
A mi lo que me resulta dificil es mantenerla puesta ¡y mira que me empeño!.
ResponderEliminarElsa, me queda la duda de si la dificultad para mantener la máscara es antes, durante o después del baile...
ResponderEliminarYo voto que máscara sí, pero incluso la máscara ha de tener personal encanto.
ResponderEliminarBesos!
...Siempre me atrajeron las máscaras, como tu bien dices , personifica lo oculto , y lo oculto es muy apetitoso y sugestivo.
ResponderEliminarEs un placer conocerte tras una máscara y un blog tan delicioso como el tuyo .
Besos con sabor a pecado
susana moo, estoy contigo: las máscaras, como la ropa interior, han de ser elegantes, cubrir solo lo justo, y ser fáciles de quitar...
ResponderEliminarAmie, las máscaras estimulan los sentidos, la imaginación, el juego, la complicidad, el sabor del deseo...
ResponderEliminarPor cierto, y hablando de sabor: me gusta el de tus pecados...
hay mucha gente por ahí que lleva la máscara pegada con pegamento super..... y sabes que?, que su máscara es mejor que la cara propia...
ResponderEliminarJuana la Loca, supongo que habrá muchas personas que no serían nada sin su máscara y que, por tanto, no son capaces de vivir sin ella... O quizás son como Erik, el Fantasma de la Ópera, y tienen que ocultar algo aberrante...
ResponderEliminarEn cualquiera de los casos lo mejor es no perder el tiempo y buscar otra pareja de baile...
Aunque lleves la máscara puesta no estás exento de empezar a querer.
ResponderEliminarUn beso
Ya lo dijo alguien muy sabio una vez (o sease yo misma), las máscaras que llevamos dicen mucho de nosotros.
ResponderEliminarMadreselva, por suerte, el amor puede colarse bajo las máscaras... Si así fuese, lo más natural sería despojarse de todo: máscaras... ropa... defensas...
ResponderEliminarAlma, me alegro mucho de volver a verte por estas latitudes...
ResponderEliminarSí... las máscaras dicen mucho de nosotros... como nuestros actos, nuestros gestos... y aun nuestros zapatos...
Y es que a veces, la máscara está tan íntimamente unida a nuestra piel, que resulta difícil saber si la llevamos puesta...
Muy interesante. Te invito a mi Galería, puedes ir con tu mascara. Será un placer recibirte
ResponderEliminarhttp://www.galeriadeletras.blogspot.com/
Morbo asegurado, incita a jugar.
ResponderEliminar:)
ResponderEliminares lo que tiene visitar y leer post... que no sabes quien se esconde detrás jaja.
un saludo
jajaja
ResponderEliminar7-11- 2013...
dos años disfrutando de tu imaginación y fantasías.
me gustan mucho, son muy productivas jaja