Todo el mundo tiene manos y dedos...
Todo el mundo tiene sexo...
a veces dormido...
otras despierto.
otras despierto.
Pero créeme cuando te digo
que nadie en su uso y disfrute te supera en destreza.
Y ahora quiero que demuestres tus progresos...
y espero que me sorprendas...
porque de lo contrario...
no pararé....
... hasta que aprendas.
y espero que me sorprendas...
porque de lo contrario...
no pararé....
... hasta que aprendas.
Un poema intenso y cargado de perversas intenciones... de sublimes enseñanzas...
ResponderEliminarMuchos besinos!!
Cuánto hay que aprender...
EliminarY yo que creía saber... y, al final, me pasa como al burro ese de Sócrates, que sólo sabía que no sabía nada, jaja.
En serio, gracias Haydée por haberte pasado por aquí.
Porque todos tenemos bocas, lenguas, manos, cuerpos, porque todos sabemos utilizar el lenguaje de los cuerpos, cada uno a su manera.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte, Manolo, hacía tiempo no publicabas.
Un beso.
Todos tenemos las herramientas necesarias para crear, compartir o regalar deseo, placer, amor...
EliminarPero no todos sabemos cómo usarlas, o cuándo usarlas... o con quién usarlas.
Pero bueno... siempre es posible aprender... y enseñar.
Un beso, María, y gracias por tu visita.
Susurro o grito
ResponderEliminarencajo y beso
mientras mis dedos rozan,
van y vienen,
buscan
y se pierden encendidos
entre tus muslos
cuando enseñas el deseo
que empapará mi sexo.
Entonces aprendo
de cada gesto de tu piel
cada mirada cruzada
y cada guiño que jamás olvido
como jamás olvidaré
aquella tarde en la que aprendí
que cómo tú... nadie.
Mmm... Rosaida... qué suave fragancia y dulce sabor desprenden tus tetas y tu sexo... digo tus letras y tu texto (¿en qué estaría pensando?).
EliminarEl deseo es una melodía que brota de lo más profundo... para llevarte a lo más alto...
Y a mi la tuya me encanta...
La sublime destreza de enseñar y la ingenua obediencia de aprender unas veces si y otras no van de la mano.
ResponderEliminarQue pases un buen fin de semana.
Besos.
Lunna.
Aprender... enseñar... a veces intercalando órdenes... y obediencia...
EliminarLo bueno del deseo... es que cuando uno cree saberlo todo, siempre aparece alguien que te muestra, y demuestra, cuánto desconoces...
Y yo, que apenas sé de nada, ahora quiero aprender...
Celebro volver a verte, Lunna... y muchas gracias por tu comentario.