Una y otra vez...

Una y otra vez, vuelves a ser la piedra en mi camino...

el error del que nunca aprendo...

el pecado del que no me arrepiento...

Una y otra vez, mi mente me abandona...

mi cuerpo elude la censura del corazón y de la razón

y escudriña con codicia cada uno de los rincones

donde pueda esconderse un rescoldo que avive la llama de la pasión...

Una y otra vez, nuestros cuerpos se funden estrepitosamente

entre jadeos, gemidos... entre aullidos de placer incontenido...

entre obscenas palabras que surjen desde nuestros insaciados instintos,

entre miradas repletas de lujuria... e inmersas en lascivo deseo...

Una y otra vez, se confunden nuestras esencias,

nuestros sudores y olores... nuestros sabores...

Una y otra vez, me empujas hacia los abismos del deseo...

cuando tu mano lleva mis dedos hacia tus pezones... sensualmente...

o cuando danzas sobre mi... cabalgándome lentamente...

empapando mi virilidad con el dulce licor de tu sexo...

clavando con furia tus uñas sobre mi pecho...

mientras sucumbo al penetrarte... más fuerte... más adentro...

Una y otra vez, encendemos el fuego del deseo...

para arder en las brasas del placer...
Fuego que, como el ave fénix, se extingue...

para renacer de sus cenizas... y encenderse... una y otra vez...

Infinita penitencia circular que me impones cuando me confieso...

arrodillado ante ti... mientras mi lengua comulga en tu templo secreto...

una y otra vez...