Fueron solo unos segundos...
... y la sonrisa aún perdura...
Inmerso en la vorágine compradora propias de estas fechas... erraba en la marea de transeúntes anónimos.
Escaparates minimalistas, extremadamente sobrios...
Breves vistazos al objeto deseado, que casi siempre terminan en un arqueo de cejas asombradas al descifrar en una escueta nota su supuesto valor...
Y de repente... entretenido en esporádicos intercambios de miradas furtivas a congéneres interesantes... crash... encuentro accidental...
He de reconocerlo... mi pulso se aceleró...
Desconfiado como soy, volví a verificar, haciendo gala de mi repertorio del disimulo, que mi vista, tan propensa a las ilusiones, no me engañaba... y no lo hacía.
Aproveché la pequeña ventaja que me concedía comprobar que desconocías mi presencia para mirarte...
Acostumbrado a contemplarte en la cercanía del abrazo y la caricia, habituado a perderme en el mar de tu mirada y en el sol de tu sonrisa, la distancia me ofrecía una nueva dimensión, una nueva perspectiva de ti...
Y así, oculto en la multitud, liberé mi mirada dejándola resbalar por las sinuosidades de tus curvas... Tu naturaleza femenina volvía a provocarme una intensa sensación de placer... esta vez intangible, sordo y mudo, circunstancialmente visual, que me hizo sonreír en un espacio-tiempo que no era el nuestro... sino de los otros...
Que sepas.., que no te perdonaré, que no me hagas notar tu presencia... ese "gozo" has de compartirlo.
ResponderEliminarQuerido... ¿te has enamorado?
ResponderEliminarNo me lo puedo creer...
Un beso... estimulante.
Así contado le entra a cualquier envidia de no ser la protagonista.
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