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6/11/13

Felación laboral...

Y nos dieron las diez..
(y las once, y las doce, y la una y las dos y las tres)

(Viene de aquí...)

Me estaba haciendo daño...  y quizás ya estuviera sangrando...
Alcé aún más la barbilla, sin dejar de mirarle. 
Su mirada parecía perdida... ausente... ida... y temí lo peor...

Y en cierta forma tenía razón: Svetlana y yo estábamos en una posición que, si bien en origen fue natural e improvisada, resultaba algo embarazosa, comprometedora y muy difícilmente explicable. Además, daba por hecho que ese cretino no entendería mis explicaciones, por lo que opté por contarle lo que quería escuchar... 

Así que, sin nada que perder, me armé de valor, tragué saliva y proseguí...

Svetlana se incorporó y, caminando de rodillas, se acercó a mi... Desabrochó mi cinturón y con no poca destreza desabotonó el pantalón y bajó la cremallera.

Créeme... al sentirla tan cerca de mi, me quedé de piedra, y no me refiero a la condición de inmovilidad, sino a la de su dureza: me la puso muy dura.

Previendo que la cosa no quedase ahí, y apoyándome en el reposabrazos, levanté mi pelvis con la intención de alejarme de ella y evitar que la cosa fuese a mayores. Pero ella malentendió mi gesto y, sin que yo pudiera hacer nada, tomó con ambas manos la pretina del pantalón y me desnudó de cintura para abajo dejando visible y expuesto mi sexo.

De verdad... yo no quería que aquello fuese más lejos... pero, ¿qué podía hacer?

Ladeó la cabeza hacia la derecha. Pasó el brazo izquierdo por encima de su cabeza y sujetó su larga melena rubia. Para mi sorpresa, acercó sus labios a mi polla y comenzó a jugar con ella.

Cerré los ojos... e inspiré profundamente... Sentí un suave cosquilleo... muy placentero... como una tenue corriente eléctrica que lentamente se iba concentrando en el extremo de mi verga, corriente que iba en aumento cada vez que su lengua caracoleaba sobre mi palpitante virilidad.

Contrariada por los involuntarios movimientos de mi sexo, lo asió fuertemente con una de sus manos, mientras con la otra acariciaba, cuando no apretaba, mis testículos.

Abrí los ojos y expiré, resoplando, todo el aire acumulado en mis pulmones... Estaba perdido, desconcertado, indefenso... Nunca mejor dicho, Svetlana me tenía cogido por los huevos... y por más que me había resistido, ella, tercamente, parecía no dar marcha atrás en su incesante y pertinaz mamada. Además, no quería contrariarla... pues temía que al hacerlo, cerrase violentamente sus dientes y cercenase prematuramente mi miembro viril.

Mi aparente pasividad pareció excitarla aún más...

Poco a poco fue aumentando la amplitud y la frecuencia de sus movimientos... y aunque la situación no era la más apropiado para bromas y chascarrillos, por un momento me pareció sentir que estaba poseída por el espíritu de "Paquito el Chocolatero".

Era tal su ansia, que llegó a atragantarse más de una vez... provocándose náuseas que, en algunas ocasiones, estaban acompañadas de una secreción espesa con la que empapaba aún más mi ya muy humedecida polla. Una vez repuesta del momentáneo ahogo, proseguía, con mayor ahínco y dedicación, a darme más placer con su frenética lengua.

No transcurrió mucho tiempo cuando, temiendo que en una de sus alocadas acometidas perdiese el conocimiento, decidí poner fin a esta primera fase de la "relación/felación". Como no parecía detenerse, la sujeté por la melena con el propósito de alejar su insaciable boca de mi verga. Cuando lo hice, me miró con la furia de una pantera herida...  Le hice un gesto con la mano... pidiéndole calma. Poco a poco fue amainando, recuperando lentamente la respiración.

De pronto, volvió a sonar su teléfono móvil. Otra vez era el pesado de su noviete... Rápidamente lo desconectó y lo dejó encima de la mesa... Daba la impresión de que no volvería a molestarnos.

Mientras trataba de recuperar la "tensión"... la miré fijamente y le dije, ladeando la cabeza y con un fingido gesto de desaprobación:

- Esto no está bien...

Sonrió pícaramente... e insolentemente me respondió

- Pues lo mejor está por venir...

6 comentarios:

  1. El relato magnifico ! La forma de plantearlo, los pequeños detalles...el sentido del humor que lo envuelve desde la primera línea y el final ... ahí le das ese toque a "reto"...a misterio, a una profunda sexualidad.

    Me encanto. Mi beso...

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  2. Eres un experto en explicar y recrear situaciones tan asimétricas o desproporcionadas como la que nos traes, aunque... tal vez no sea tan extraña jajaja
    sin duda, es un placer leerte jaja

    un abrazo

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  3. Un relato genial, me encanta esa mezcla entre deseo, morbo y como no, curisiosidad.

    Siempre en un placer disfrutar de tus letras.

    Besos.

    Lunna.

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  4. /Te había dejado un comentario anterior/

    Te decía que la sentencia esta dada, y solo hay que acatar la orden, algo pasa que no te dejas llevar del todo, pero segura estoy que Svetlana siendo mujer de armas tomar y con toda la sensualidad que desborda, llegará hasta el final contigo, me gusta tu relato y me asalta la duda por saber el desenlace.

    Besos Manolo

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  5. Como he empezado leyendo al revés, primero la última entrada publicada y ahora ésta, pues... ahora comprendo jajajja.

    Svetlana sí que es una mujer muy mmmmmmm de armas tomar.

    Un beso.

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  6. Hoy ración doble jajaja venía a ver si habías publicado más entradas que toooodas me las tengo leídas.

    Un beso.

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Sólo faltan tus palabras...

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