La osadía del invitado me perturbó -¿por quién me había tomado?- y me gustó a partes iguales...
El contacto de su mano en mi pecho, aceleró mi pulso y generó una intensa sensación de calor que recorrió todo mi cuerpo...
Imagino que se dilataron mis pupilas... haciendo que brillase mi mirada...
Abrí
levemente la boca, y mordí con sutileza mi labio inferior... que se
humedeció al escapar inoportunamente un poco de saliva...
Pero lo
que se humedeció de verdad fue mi sexo... especialmente cuando su dedo
presionó mi pezón... Estaba totalmente excitado... y abierto... y
caliente... y daría un Potosí porque fuese penetrado ya mismo...
violentamente incluso.
Él quería más... y su mano izquierda
quiso invadir las curvilínea superficie de mis nalgas... Pero aún no
había hecho méritos para disfrutar de tal premio...
No...
Impedí
con un sonoro golpe en el anverso de su palma la impertinente
invasión... y tomé la iniciativa contraatacando con una incursión
precisa y certera a su entrepierna...
Palpé su polla... tomando buena medida de sus formas y de sus supuestas habilidades...
Sí...
La calidad del género era buena...
Así que me incliné hacia adelante... acercando mi boca a su oído... y le susurré...
- Un placer conocerte... soy Berta
Cada uno saluda como quiere :-)
ResponderEliminarBesos de Pecado
Qué bien empieza este juego... a ver ahora como termina... quiero seguir leyendo más...
ResponderEliminarBesos y feliz 2020.
algunas formalidades escasean cuando lo que prima es otra urgencia...
ResponderEliminarLa osadía de él y el dominio de ella, al final la buena educación se muestra y se degusta
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