- ¿Qué está haciendo?
- De momento, sólo está mirando... respondió ella.
- Creo que le gustas...
- Supongo que le pongo...
- ¿Viene solo?
- Está acompañado, pero no la veo bien porque está de espaldas…
- Como yo… Insinúate…
- Mmm… me levantaré un poco la falda… como quien no quiere la cosa
- Me encanta tu ropa interior…
- Jajaja, pero si no llevo…
- ¿Qué hace ahora?
- Me sigue mirando muy fijamente... Creo que se está excitando…
- Mmm... lo imagino, no puede evitar empalmarse al verte así... Separa un poco las piernas...
- ¿Te pone verme flirteando con otro hombre?
- Es una mezcla de excitación y morbo… muy deliciosa.
- Por eso lo hago… ¿Quieres que me acaricie para él?
- Ufff… no sé si este es el lugar adecuado…
- Oh… se ha levantado... y viene para aquí... ¿Qué hago?
- Improvisemos...
Uhmmm me gusta este diálogo.
ResponderEliminarNo continúa? Lo dejaste en lo mejor jajaja
Besos
El placer de la provocación en ambas direcciones…
ResponderEliminarUn placer visitarte, amigo.
Bsoss y feliz finde.
María, muchas gracas por tu visita...
ResponderEliminarHay veces que los juegos escapan de nuestro control... Y es justamente en ese momento, cuando empiezan a ser divertidos.
Ah, necesito ideas para continuar... :-)
Besos.
Ginebra, celebro verte por estas latitudes...
ResponderEliminarCon la provocación, y con la alevosía (y si tu biorritmo lo prefiere, también con nocturnidad), se espolea la curiosidad...
... es la chispa que alimenta el fuego... el juego... y el deseo.
Así que provoquemos ;-)
Besos.