Yo quisiera saber si tu alma
es igual
a la de cualquier mujer
porque a mí me atormenta
en el alma
tu frialdad
Jesús de la Rosa, Triana, 1980
Apenas bastaron unos minutos
de su obligada presencia
para que mi piel y mi sonrisa
se cubriesen con el manto helado
de su frialdad... de su indiferencia.
Y aunque no ha sido un tormento,
me he quedado frío y destemplado.
Por eso hoy no quiero danzar
al son de los tambores del deseo
y me conformo con encontrar
algo de calor en un abrazo...
.... o en un beso.
algo de calor en un abrazo...
.... o en un beso.
Hermosas palabras,me han gustado mucho.......
ResponderEliminarEl trozo de la cancion de Triana es tremenda,esa cancion es inolvidable...........
Saludos Manolo.......
Isabel, celebro que te haya gustado...
EliminarDespués de mucho tiempo, volví a escuchar "Tu frialdad" de Triana... y la verdad, me estremeció... porque reflejaba a la perfección esa sensación y desazón que causa compartir espacio y tiempo, aunque sea en pequeña cantidad, con una persona fría...
Pero bueno, el pasado pasado está... así que busquemos un poco de calor.
Siempre se busca lo que no se tiene, se desea lo que se ha perdido o lo que en algún momento no dimos valor y ahora es tarde.
ResponderEliminarBuscaba tu actualización desde ayer, me ha gustado leerte Manolo
Besos
Ame, gracias por tu visita.
EliminarHay personas que se conforman... que se resignan... que aceptan su destino. Otras no; otras buscan lo que necesitan, o lo que les gusta... o, simplemente, algo nuevo o diferente. Y, como podrás suponer, me entiendo mejor con estas últimas.
En cuanto a la entrada "perdida", no sé porqué, pero parece que blogger me ha hecho una mala pasada (será que se ha quedado frío tras las vacaciones de verano :-) )
El caso es danzar, y no perder las ganas de hacerlo aunque rebotemos contra lo irreal o lo prohibido
ResponderEliminarBss
Bailemos, Dalicia, al son de esa orquesta que, como la del Titanic, no dejará de tocar... aun cuando esté muy cerca el final.
EliminarY que nos quiten lo bailao, jaja
(Gracias por tu comentario)
Preciosas letras
ResponderEliminarBesos
... y mucho más las tuyas, Adis.
Eliminar(me alegra "verte"... y leerte)
A mí no me queda claro si al final él consiguió superar esa frialdad que ella le provocaba o si ella acabó derritiéndose ante él.
ResponderEliminarEn cualquier caso, me quedo con la bella y sugerente imagen que has puesto y cómo no? con una de las canciones que más me han estremecido hasta los cimientos. Saludos!
Belkis, escribo con tanta torpeza que más que aclarar, confundo.
EliminarEsa frialdad no se derrite, no se vence... Permanece implacable, gélida, inerte...
La única opción es evitarla... especialmente cuando se posee un corazón y una piel ardientes...
(Muchas gracias por tus palabras, y por disfrutar con la imagen... y el sonido)
Todos tenemos un perfecto escudo de frialdad, lo malo es que hay quien se acostumbra a vivir con él puesto. Pero siempre hay un modo de traspasarlo.
ResponderEliminarPreciosa canción, no la conocía.
Besos.
♥ Ana ♥ (me gustan esos corazoncitos...), la frialdad puede llegar a ser una herramienta muy útil para afrontar problemas, para buscar soluciones en situaciones críticas...
EliminarPero la frialdad de sentimientos es totalmente dañina, perjudicial y sólo sirve para provocar que nos apartemos de ella, que busquemos luz y calor... con los que mantener viva nuestra llama interior.
Así que nada de frío.... sólo calorcito... y muy intenso, ¿vale?
(como siempre, un placer que hayas pasado por estos parajes)
Si alguien te provoca frialdad con la suya propia, mejor es refugiarse en otros brazos, en otros besos, somos cuerpos cálidos en busca de calor, un alma nunca será igual a otra, por eso somos tan especiales en la selección de la misma, buscamos una afín a la nuestra, aunque de repente nos damos alguno que otro resbalón.
ResponderEliminarUn beso Manolo
Aymé, totalmente de acuerdo con tu reflexión... A menos que disfrutemos con el frío, que de todo hay en la viña del Señor, lo mejor es buscar latitudes más cálidas... y, ¿por qué no?, más húmedas ;-)
EliminarTe agradezco tus palabras y celebro volver a leerte...
Mientras actualices aquí me tienes, y cuando no lo hagas he de tomar reservas de tu pasado...
EliminarOtro beso
Frialdad e indiferencia ... eso duele cuando uno se siente indiferente hacia la otra persona, mejor entonces cerrar puertas y abrir otras nuevas.
ResponderEliminarUn beso.
Cerrar puertas y ventanas por las que entra el frío...
EliminarClaro que sí...
Además, cuando se cierra una puerta, ciento se abren...
Un beso, María
Creo que a tus manos calientes no las puede enfriar ninguna gélida presencia, ni en verano, ni en invierno.
ResponderEliminarPero si no es así, Manolo, y como estamos a las puertas del otoño, en mi Jardín ya bailan las llamas en la chimenea. Acerca tus manos y caliéntalas junto a un café humeante.
Un beso desde mi Jardín.
Deambular, sin rumbo, por los recónditos rincones de un jardín perfumado... Deleitarse con la belleza de sus rosas... Saciar la sed empapando los labios en su manantial...
EliminarMmm... creo que en mi próxima reencarnación, en lugar de alfarero, seré jardinero...
Gracias, Rosaida, por tus palabras y por tu invitación... que tomo al pie de la letra.
Ya te echábamos de menos... me alegro de que hayan terminado tus vacaciones jaja; de ahí vendrá esa frialdad, de la añoranza y de notar tu ausencia?? cuando comiences avivar este blog con palabras y sensaciones, desaparecerá la indiferencia y el desinterés.
ResponderEliminarun abrazo :)
Es cierto, Esilleviana... la vuelta de las vacaciones me ha dejado frío...
EliminarPero bueno... visitas como la tuya elevan mi temperatura.
Tormenta...frío...se avecina el invierno querido.
ResponderEliminarAmaranta.
Paradójicamente, cuanto más frío afuera, más calorcito adentro ;-)
EliminarGracias, Amaranta, por haber vuelto a visitarme... y por tus palabras.
El siguiente post que hable de mi.
ResponderEliminarA diferencia de lo más frecuente, que es prometer antes de meter, en este caso no prometo nada, Anómimo visitante...
EliminarMomentos en que se añora el deseo y otro en los el calor de un beso es suficiente para que la piel se estremezca.
ResponderEliminarEs un verdadero placer volver a disfrutar de tus letras y disculpa lo mucho que he tardado en contestarte.
Besos.
Lunna.
Así es... a veces son los "pequeños" detalles, como un beso, una mirada, un susurro o una caricia, los que más incendian al deseo...
EliminarGracias, Lunna, por tu visita... Y no te disculpes por la tardanza... todos sabemos que tienes tus fases ;-)
Se transmiten los sentimientos y sensaciones con cada palabra.Magnífico! y como no, deseando leerte de nuevo.Saludos!
ResponderEliminarJuliette , muchas gracias por tu visita y por tus inmerecidas palabras. Es una delicia leerte...
EliminarMuchas veces con un abrazo es suficiente, pero yo te dejo mi beso...
ResponderEliminarDel deseo ya hablaremos otro día ...
Gracias, Amie, por tu visita.
ResponderEliminarPor cierto, me ha encantado tu entrada Ese beso... (destila deseo en cada línea).