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30/5/18

Deseo concedido... (8/9)

(viene de aquí; escribe Vicky)

Tragué saliva y manteniendo mi posición apoyé la cabeza en la almohada, cerré los ojos, no quería saber quien hacía qué, quería sentir imaginar e intentar adivinar de quien era la respiración que me soplara, la mano que me acariciara, el cuerpo que me rozara, la polla que me follara....

Creo conocer bien las maneras de Tino, también su tacto y olor, pero con los ojos cerrados y con Jesús, mi imaginación seguro que hallaría dudas, dudas que desde ya mismo estaban haciendo fluir mis mieles.

Húmeda y expectante, lo primero que noto es el roce del cabello, de una de las cabezas de aquellos dos hombres en la cara interna de mi muslo derecho.


No entendí... esa cabeza debió de acomodarse un almohadón debajo, porque el suave tacto del pelo reptó hacia arriba.. y es entonces cuando una boca aprisionó mi clítoris succionándo suavemente y manteniendo la posición el tiempo necesario para que yo pensara "claro, está colocado a la inversa de como yo creía"...
...y latigazo de excitación..


Si se trata de Tino, Jesús estará como una moto y no tardará en follarme con su polla,

y si se trata de Jesús... , cualquier cosa me espero de mi Tino...

Fue mi último pensamiento, ya que a partir de ahí me nublé en un disfrute excesivo, como excesiva era la idea de compartir juegos sexuales.

La lengua comenzó a lamer mi sexo, parsimoniosa, como si de una precisa maquinaria que no sale de su ritmo se tratara...
Mi sexo iba a explotar cuando noté certero en mi ano lo que debía ser la saliva ¿de Jesús? ¿o de Tino?
¡Dios santo! seguida de un lengüetazo que no contento con saborearme procuró introducirse al máximo en mi cuerpo al tiempo que una mano asía mi pecho izquierdo y me lo manoseaba haciendo que mis pezones, ambos le señalaran que estaba en el buen camino.
La cabeza que tenía entre mis piernas fue reptando hacia arriba, yo seguía con los ojos cerrados, no quería saber y llegó a la altura de mi boca, besos lascivos al tiempo que de un empellón introdujo toda su polla en mi abultado coño.


Comenzó a moverse penetrándome sin que yo le correspondiera en los movimientos, ya que estaba atendiendo también el cambio que se había producido en mi espalda.
Dos dedos eran, los que sustituyendo a la lengua iban penetrándome cada vez que la polla que me follaba echaba para atrás.

No había sentido algo igual: no tenía que ver con juguetes ni con las artes anteriormente experimentadas. Si bien es verdad que Tino era capaz de atender varios frentes al tiempo, el hecho de saberme entre dos hombres me producía un éxtasis indescriptible, algo mental...

Ignoraba quién era quién, quería una segunda polla en mi culo... y la quería ya.

Seguía con los ojos cerrados, tan excitada, queriendo más, volando mi imaginación al tiempo que mi cuerpo. 

Lo que no podía saber que hace ya un rato, la puerta se había abierto de nuevo, y en la habitación en ese momento éramos cuatro...

... y la polla de Tino estaba a buen recaudo en la boca de Icíar.

2 comentarios:

  1. Excitante relato lleno de pasión y lujuria.

    Besos.

    Lunna.

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    Respuestas
    1. Gracias, Lunna, lunera por tu visita...

      Debo confesarte que tanta lujuria me está desconcentrado, jaja.

      Eliminar

Sólo faltan tus palabras...

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