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14/6/20

Desconfinamiento y transición a la nueva normalidad...

Demasiado largo ha sido el tiempo que me ha impedido deleitarme con el sabor de tus besos, o con el travieso cosquilleo de tus dedos explorando mi piel... Sí... demasiado...

¿Y qué hacer si no podíamos salir de casa?

Por suerte, somos personas con recursos... y un par de amigos que, como no pocos, huyeron al principio de la pandemia...

Un breve llamada bastó para confirmar que seguirían en la costa hasta fin de mes... así que no habría problemas en hacer una visita a su casa para, tal como me pidieron antes de huir, echar un vistazo a su interior y al jardín... Y eso es justo lo que iba a hacer: ver el interior y el jardín, pero de tu exquisita anatomía...

Apenas franqueamos la puerta, aplacamos en el hall las ansias y deseos acumulados por el confinamiento. Mi mano se coló bajo tu vestido, sin encontrar prenda que protegiese tu empapada intimidad... Con diligente destreza, me despojaste de pantalón y camisa... y yo hice lo propio con tu ropa... Y sin más dilaciones ni contemplaciones, follamos con entrega y pasión, mezclando miradas de fuego, obscenidades y alaridos... y percutiendo el uno en el otro como si de dos animales en celo se tratase.

Temporalmente saciados tras la refriega inicial, decidimos explorar el interior de la casa...

Nuestra desnudez era un acto de rebeldía justificado por todas las limitaciones pasadas... No por caballerosidad, te cedí el paso en las escaleras con la nada oculta intención de deleitarme contemplando el suave vaivén de tus caderas... mientras me regocijaba examinando con detalle cada rincón y curva de tu contoneante silueta...

Curioseamos por la alcoba y el baño... pero no nos convenció mucho la idea de mancillar su dormitorio...

Subimos a la última planta y descubrimos que los muy pillines ocultaban en la buhardilla una muy bien equipada sauna...

Busqué y rebusqué... y, por fin, encontré las piedras y la estufa...

Puse todo a punto...

Y mientras esperábamos a que se las peridotitas se calentasen... comprobé para mi gozo y mayor gloria que tu boca empezó a devorar mi sexo... En estas situaciones, como sabes, prefiero no interferir y dejarte hacer... Pero esta vez quise romper las costumbres, y en una de tus acometidas, la retiré bruscamente... Tu expresión era la de una niña enojada porque le habían quitado el juguete... Mmm... y aunque me encanta verte así, me gusta más contemplarte en acción. Y fue por eso por lo que, sujetándola con una mano, la llevé otra vez a tu boca, no sin antes pintar con ella una expresión de deseo en tus labios...

Ahora, ya está otra vez en tu boca... Deslizas una de tus manos por mi entrepierna... La insolencia del más curioso de tus dedos roza en un resorte que sólo tu conoces y que me produce una sacudida de placer...

Joder... joder.... joder... no tardo nada en volverme a correr... y esto a pesar de la descarga previa en el hall...

Cuando recupero el aliento y la consciencia, compruebo que la sauna ya está lista...

Nos sentamos en el banco, uno enfrente del otro... Cojo un poco de agua con el cazo y la dejo caer sobre las piedras. El vapor que se genera es intenso... pero no puede nublar el brillo de tus ojos de gata.

Apoyas la espalda en la pared... echando tu cadera hacia adelante... separando las piernas.... acomodando tu postura y provocándome... a partes iguales...

Las gotas de sudor adornan tu piel como si fuesen perlas... y resbalan hacia abajo...

Qué sensación más placentera... humedad, calor... y tú... desnuda ante mi.

Te observo... Ya sabes que me encanta mirarte...

De pronto... una gotita de sudor sale de tu cuello... Corre río abajo... colándose entre tus tetas... cuyas cimas erizadas llamean reclamando una caricia, o un mordisco...
Tu vientre canaliza el sudor hacia el abismo de tu sexo... abierto como una flor y que resplandece por la mezcla de humedad y excitación...
Me miras... pero mi mirada está clavada en las perlas de rocío que adornan tu coño... 

Separas aún más las piernas.... y dejas caer la rodilla sobre el banco... dejando aún más expuestos tus encantos...

Marcas el tempo de los acontecimientos, dominando la situación... 

Y constatas que mi polla no oculta ya sus intenciones... que son las tuyas... 

Es obvio que lo que ha de ser... será. Desde luego que será...

2 comentarios:

  1. Sin duda alguna. No se ha ido ahí a ver el paisaje... bueno, otra clase de paisaje que no sea el de la otra piel latiendo de deseo.
    Besos.

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    Respuestas
    1. Desde luego... Cuando se decide dar el paso, hay que avanzar...

      Audacia y decisión para consiguir los retos...

      ... y alcanzar y dar forma al deseo mutuo es todo un reto.

      Eliminar

Sólo faltan tus palabras...

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