Confinamientos, restricciones... limitaciones.
Si antes resultaba complicado encontrar un momento en el que liberar la pasión y dar rienda suelta a las fantasías, ahora todo resulta más difícil...
Estamos bajo sospecha... cuando nos acercamos a alguien no sabemos si estará o no "contaminado"... si un encuentro tendrá otras repercusiones aparte de las previstas inicialmente...
No sabemos... y la ignorancia, si bien en otras ocasiones es sinónimo de felicidad, en este caso es perjudicial.
Pero no podemos quedarnos quietos... no podemos aceptar la imposición de medidas absurdas que no buscan solucionar nuestros problemas, sino facilitar la permanencia en el poder de los inútiles que nos gobiernan.
No...
No debemos ser obedientes, sumisos y dóciles ante quienes no tienen capacidad ni talento...
Somos la resistencia que lucha por la libertad... Porque somos (y debemos ser) ante todo libres...
Y es que me encanta la libertad; libertad de pensamiento, de acción... obviamente asumiendo la responsabilidad de mis actos.... y de sus consecuencias.... porque soy consciente de que mi libertad puede entrar en conflicto con la de otros...
Somos seres sociales... buscamos el contacto, el diálogo, la ayuda, la compañía... el complemento..
Y aquí estoy ahora... paseando por esta playa de espuma y salitre, oteando el horizonte, escudriñando el firmamento, lanzando mensajes en una botella a la espera de que alguien los lea y le hagan entrar en resonancia para activar la imaginación, la fantasía... y el deseo.
Y es que el deseo se enciende con pensamientos libidinosos... calientes... transgresores... obscenos, sucios... sin límites ni tabúes...
Así que pensaré algo "sucio"... Lo mismo alguien sintoniza mi frecuencia y siente un chispazo que encienda su deseo...
Mmm... ya empiezo a percibir algo...
Estoy muy de acuerdo contigo, esta situación es complicada cuando a lo que estamos acostumbrados es a la cercanía, los abrazos, los besos, lamer, degustar, morder, y todo lo que se tercie. Ahora estamos prisioneros, no tenemos libertad para poder hacer todo cuanto nos plazca por el bicho y por todos los bichos que nos meten miedo.
ResponderEliminarAsí que como nadie nos puede privar de la libertad de fantasear volemos hasta donde nos plazca, desde lo mas oscuro y lascivo, tal vez allí nos encontremos, jugando en el infierno.
Un placer leerte, y mucho animo, no dejes de escribir todo cuanto desees desde la libertad .
Besos.
Hay que salir adelante... y tratar de generar oportunidades donde otros ven limitaciones.
EliminarY espero coincidir contigo en ese dulce infierno de los deseos más oscuros...
Besos.
Ese chispazo, y lo que trae consigo, es una maravillosa vía de escape para estos días de encierro…
ResponderEliminarComo lo son tus letras; que abren dulces caminos a la imaginación, sincronizando con esos deseos íntimos y oscuros que, a pesar de los pesares, siguen latientes…
Siempre un placer leerte, querido amigo.
Un abrazo grande, y muy feliz noche.
Muchas gracias, Ginebra, por leerme y por tus amables palabras.
EliminarLas brasas no se apagan... sólo están esperando una brisa que las vuelva a encender...
Besos.